Una de las características de los verdaderos líderes es que pueden trasladar sus sueños, sus propósitos, su causa, en palabras entendibles para los demás. Sólo de esa forma se puede generar un cambio, una revolución, ya que la gente tiene la habilidad de "ver" el futuro cuándo alguien tiene la suficiente habilidad de transmitirlo con palabras que todo el mundo puede entender y a su vez, transmitirles a otros.
Martin Luther King Jr. era una de esas personas; él tenía una visión de cómo quería que fueran los Estados Unidos y ese sueño lo pudo traducir en palabras que conquistaron a millones de hombres y mujeres que hicieron suya dicha causa y sueño; hacer del país un lugar donde el racismo quedara en el pasado.
El jueves 17 de abril me topé con una nota deportiva, donde el defensa de la Selección Nacional, Rafael Márquez señala que el equipo no estará al 100% para la Copa del Mundo, dando los usuales pretextos para ello. (Aquí puede usted leer sus declaraciones)
Me llamó la atención dicho comentario, pues es bien sabida la enorme afición que hay en México por el deporte de las patadas y que Mundial tras Mundial, le da esperanzas a esos millones de aficionados que al final... quedan siempre decepcionados. Nuestra idiosincracia es de la un país perdedor; siempre hay algo que evita que triunfemos; una mala decisión (casi siempre ajena a nosotros, otra característica del mexicano, culpar a otros de nuestras desgracias); el clima ("la lluvia impidió que diéramos un buen juego" es un clásico pretexto del futbol mexicano); el adversario ("Claro, era Brasil, ¿qué querían que hiciéramos?") o el destino, sí, el maldito destino, ("dos Mundiales seguidos contra Argentina en cuartos de final, pues claro que teníamos que perder")
Al final, siempre se encuentra una excusa para explicar la derrota. Incluso ésta se anticipa ya desde antes de que ocurra siquiera el primer juego de México en el Mundial de Brasil 2014 y lo dice nada menos que uno de los supuestos "líderes" de la escuadra nacional. Márquez puede expresar claramente con palabras su "sueño": México, haga lo que haga, no será un participante protagónico del próximo Mundial. Lo siento aficionados del deporte de las patadas, está no es mi opinión, es de alguien que sabe mucho más de futbol que su seguro servidor y que jugó para uno de los, según los expertos, mejores equipos del mundo, el Barcelona.
Nadie puede negar el currículo del señor Márquez como futbolista, por lo que no es raro pensar que lo que comente es atinadamente cierto. El problema es que ese tipo de declaraciones sólo confirman el por qué nuestro futbol sigue sumido en la mediocridad, como casi todo lo que se hace en este país: Una mentalidad de perdedores, de mediocres. ¿Hay solución para ello? Sí, se llama liderazgo.
El líder debe ante todo, confiar no sólo en sus habilidades sino en las de los demás. Debe de "pintar" un escenario futuro en el que todos crean que es verdaderamente alcanzable, sobre todo deber ser capaz de hacerlo de manera medible; crear líneas de tiempo en que dichas metas se irán alcanzando. Los verdaderos líderes hacen planes a mediano y largo plazo. No sólo planean para ganar ahora y mañana quién sabe, como usualmente lo hacen en el fútbol mexicano.
El alcanzar el éxito a largo plazo requiere de esfuerzo e inversión (no sólo de dinero, sino de tiempo) Una vez que se tiene el sueño de hacer algo, lo que sigue es buscar gente que crean en lo mismo que nosotros creemos. El problema de la Femexfut es que sus directivos sólo creen en una cosa: DINERO. Buscan el éxito del dinero a corto plazo, poder llegar al Mundial para atraer patrocinadores, vender tiempos de publicidad, planes de mercadeo; ese el negocio, llegar al Mundial y una vez ahí, pues a ver qué pasa. No le apuestan al largo plazo, que sí, si tiene como resultado éxito... y dinero. Hugo Sánchez lo expresó de esa manera en el periódico El Universal. La negativa de los directivos de la Femexfut a su plan de 12 años no les era atractiva. El resultado, en dos Copas del Mundo consecutivas el negocio sólo alcanzó para llegar y perder el cuarto partido.
Por cierto, que en el Mundial de Sudáfrica 2012, la apuesta de los directivos de la Federación Mexicana de llegar a Javier Aguirre como DT fue la peor decisión. Aguirre ya estaba "quemado" como entrenador nacional en ese Mundial y lo demostró su lenguaje corporal en la conferencia de prensa días previos al partido contra Argentina: Gorra casi cubriendo los ojos, brazos cruzados, cubriéndose la boca con la mano, tocándose la nariz, sin casi mirar al frente. El hombre estaba derrotado de antemano y por ende, sus jugadores. Aquí está link del video para aquellos que lo habían olvidado: https://www.youtube.com/watch?v=TpJltBMpfKY
No es extrañar entonces que año tras año y Mundial tras Mundial, siempre resulten ser "la Decepción Nacional" o peor aún, "los Ratones Verdes" ¡Y cómo no va a ser así, si desde antes nos ponemos barreras mentales para no crecer o triunfar! Lo que hace el señor Márquez es empezar a ponerle al fanático de la selección y a sus propios compañeros, así como al entrenador, Miguel Herrera (sólo un mediocre puede aceptar un apodo como el de "piojo") "barreras" para poder triunfar.
Quien se empieza a poner "peros" es porque en realidad le tiene miedo al éxito; le tiene miedo al enorme sacrificio y trabajo que saben se necesita para triunfar; no por nada Vince Lombardi decía que debíamos de estar dispuestos a pagar el precio si queríamos alcanzar el triunfo, sin importar a lo que nos dedicáramos.
Sólo los mediocres "ven" las piedras y obstáculos en su camino. Los líderes sólo "ven" las rutas alternativas para llegar al éxito. Queda muy claro que esta selección se está preparando para el fracaso en Brasil. Incluso les puedo decir, sin temor a equivocarme, que por las palabras de Márquez, esta escuadra nacional tendrá sólo tres juegos y a casa.
Miguel Herrera, tal vez su "mejor ejemplo"
Márquez es además conocido por ser de "mecha corta". Tal vez usted recuerde cómo fue expulsado durante el Mundial Corea-Japón del 2002, dónde fue expulsado por una falta artera contra un jugador de la escuadra norteamericana y recientemente, fue otra vez expulsado por lo mismo, perder la cabeza, ahora jugando para el equipo León en la Copa Libertadores. Si ese es el capitán de la selección nacional para el Mundial de Brasil 2014, vaya "líder". Se disculpó públicamente, pero su mejor atributo como jugador parece ser el no saber qué hacer en los momentos de presión y se tiende a desesperar. Esos no son para nada los mejores atributos mentales para un líder.
Pero qué podemos esperar, cuándo el propio director técnico de la selección nacional, Miguel Herrera es igual que él. Tal vez nadie recuerde que el "salvador" de los ratones verdes para llegar a Brasil, fue dejado fuera del equipo que llegó a la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994, esto por patear a un miembro de la prensa luego de uno de los partidos eliminatorios rumbo a ese Mundial. Pero nuestro pueblo, bendito sea, suele tener corta memoria, no sólo con sus políticos, sino también con los deportistas.
En nuestro panbol no hay líderes; hay jugadores y técnicos mediocres, directivos mediocres, prensa mediocre (no todos, aclaró, los que dicen la verdad y las cosas como son, aunque pocos, siguen haciendo su labor indiscutible y aunque se les trate de callar, siempre estarán en las trincheras de la información) y sí, aficionados mediocres.
La historia de nuestro deporte de las patadas así lo marca: Para la Copa del Mundo de Argentina 1978, el DT de la selección nacional, José Antonio Roca, con esa forma de pensar mediocre de casi el 98% de los que gustan del panbol en nuestro país, trazó su "estrategia": "Empatamos con Polonia, perdemos con Alemania, le ganamos a Túnez, ¡estamos en la siguiente ronda!" Extraordinaria forma de pensar, aunque los rivales no cooperaron en nada: México se vio sorprendido por un Túnez que los venció 3-1, Alemania los goleó 6-0 y Polonia les dio la puntilla con un contundente 3-1 y ¡estamos de regreso a casa! Lo que son las coincidencias, las palabras de José Antonio Roca se hicieran realidad, pero para otro técnico nacional y 32 años después. Javier Aguirre y la selección de la Copa del Mundo del 2010: México empató 1-1 contra el local, Sudáfrica; le ganó 2-0 a Francia, perdió 1-0 contra Uruguay y ¡estamos en la siguiente ronda! Pero el destino (o maldito destino) México cayó ante su bete noir (bestia negra en elegante francés) Argentina.
Los verdaderos líderes no se preocupan por los obstáculos en el camino, sólo se enfocan en "ver" qué camino tomar para llegar al éxito, se rodean de gente que creé en lo mismo que ellos creen; transmiten con palabras entendibles cuál es su causa, su propósito, su creencia. Es en ese momento que quienes comparten esos mismos sueños e ideales se unen para hacer realidad ese sueño.
Si queremos que este país cambie, no sólo en el ámbito del panbol (lo siento, me cuesta trabajo llamarlo con la palabra que inicia con f) sino en todos los ambientes, lo primero que tenemos que hacer es dejar de pensar de manera mediocre y comenzar a dejar de ver los obstáculos y concentrarnos más en el camino que nos llevará al éxito.
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